Consiste en la pulverización de 0,1-0,2 ml de un extracto alergénico en la mucosa nasal del paciente. Esto puede hacerse mediante una jeringa o atomizador. Cuando la respuesta es positiva, el paciente experimenta estornudos (en los primeros 2 minutos), hidrorrea (mucosidad líquida) y bloqueo nasal.

Estos síntomas pueden cuantificarse, contando el número de estornudos producidos, pesando las secreciones producidas (por ejemplo: pesando un pañuelo de papel antes y después del uso por el paciente) y midiendo el grado de bloqueo nasal inducido, mediante el uso de rinomanometría o peak flow nasal (aparatos que miden el flujo de aire que pasa a través de la nariz).

Obviamente, esta respuesta debe ser comparada a la producida por una solución control (suero fisiológico), para comprobar su especificidad.

El paciente debe haber suspendido su medicación anticongestiva, antihistamínica y/o corticoides.